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Estudio sobre precariedad laboral y desempleo en personas de 18 a 45 años

  • Foto del escritor: Admin
    Admin
  • 7 mar 2018
  • 11 Min. de lectura

Como bien expresaba el sociólogo Zygmunt Bauman en su concepto de modernidad líquida, la sociedad actual ha cambiado, aquellas realidades “sólidas” de nuestros abuelos como lo eran el trabajo y el matrimonio para toda la vida ya no son del todo así. Según el autor el mundo se ha convertido en un lugar más provisional, precario. El tiempo de lo seguro y estable ya pasó y es que actualmente, según Bauman “la mayor preocupación de nuestra vida social e individual es cómo prevenir que las cosas se queden fijas, que sean tan sólidas que no puedan cambiar en el futuro. No nos gustan las soluciones definitivas.(...) Estamos acostumbrados a un tiempo veloz, seguros de que las cosas no van a durar mucho, de que van a aparecer nuevas oportunidades que van a devaluar las existentes. Y sucede en todos los aspectos de la vida. Con los objetos materiales y con las relaciones con la gente.(...) Todo esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas las partes”. Y como no, el trabajo también es líquido hoy en día, es decir, no es estable, no es seguro. Y no es sólo eso, sino que Bauman también afirmaba que muchos jóvenes de los que entran ahora al mercado laboral y sienten que no son bienvenidos se sienten devastados emocional y mentalmente, ya que no pueden añadir nada al bienestar de la sociedad, sino que se sienten como una carga. Y no sólo aquellos que no tienen un empleo pueden llegar a sentirse así, sino también aquellos que tienen un empleo pueden experimentar la sensación de que hay altas posibilidades de convertirse en “desechos”, como los llama el autor.


Sí, vivimos en una era de la inestabilidad en todo, pero en una sociedad del bienestar no tener una seguridad económica es lo peor que nos puede pasar. Así pues, la preocupación personal por dicha situación ha hecho posible que haya querido realizar dicho estudio, para observar cuál es la realidad, la que nos cuentan las personas y no aquella que los gobiernos y empresarios quieren hacernos ver en la televisión.


Para el estudio (realizado en marzo de 2018) he llevado a cabo un cuestionario de 30 preguntas con el objetivo de averiguar cuál es la situación laboral actual de las personas de 18 a 45 años en nuestro país, con un total de 306 respuestas obtenidas y desechando aquellas que podrían no ser válidas por el hecho de dar lugar a error en el estudio, quedando un total de 301 encuestas válidas. He escogido dicho rango de edad aunque inicialmente se escogió un rango de edad más limitado que iba de los 18 a los 35 años, quedó aumentado a 45 años debido a que la encuesta fue publicada en foros de Internet en los que accedían personas de más de 35 años que contestaron la encuesta y decidí incluirlos también, ya que es una edad en la que debería existir un gran número de personas en situación laboral activa y los cuales también se muestran preocupados y afectados por la situación que se está viviendo hoy en día en nuestro país. Cabe decir que, normalmente, a partir de los 35 años se suelen tener más cargas familiares con lo que también se contempló la posibilidad de añadir a las personas de hasta 45 años en la encuesta por tratarse de personas aún jóvenes (la esperanza de vida es cada vez más alta y la juventud también se alarga).


En cuanto a las variables sociodemográficas del cuestionario, éste ha sido contestado por un total de 242 mujeres y 65 hombres, algo que supone una gran diferencia, pero que al haberse realizado voluntariamente, anónimamente y al azar he aceptado como válido. En cuanto al lugar de residencia de los participantes éstas son de diferentes comunidades autónomas, aunque no de todas, no siendo la muestra representativa de la población española total, aunque sí sirve para poder hacernos una idea de la situación que se está viviendo en nuestro país. Los participantes forman parte de las Comunidades autónomas de Catalunya, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía, Navarra, Canarias y Aragón.


Las preguntas del cuestionario hacen referencia a cuestiones como son sexo/género, edad, estado civil, hijos, lugar de residencia, nivel de estudios, si se encuentra estudiando actualmente o no, si trabaja actualmente o no, en qué se trabaja, si es pluriempleado/a, si se vive independizado/a o con padres/familiares, el tiempo que se lleva trabajando en el puesto actual, cuánto tiempo se lleva trabajando en el puesto actual, si se está cobrando alguna prestación por desempleo o ayuda, si se tiene algún tipo de ingreso, la cantidad que se ingresa al mes, qué tipo de contrato se tiene y cuál se aceptaría tener, si el empleo le permite dedicarse a otras actividades durante el día, si se cobra al día o no, si aún teniendo dolores fuertes o encontrándose mal se ha acudido a trabajar por miedo a perder el empleo, si se trabaja en lo que le gustaría, si tiene dificultades para llegar a fin de mes, si se ha recurrido a familiares a causa de algún problema económico, si se ha sentido discriminado/a alguna vez en el trabajo por alguna razón, si se ha propuesto ir a vivir a otro país por razones de oportunidades laborales y finalmente, una pregunta abierta de comentarios para que el encuestado añada aquello que quiera remarcar o expresar de su situación o de la situación general actual.


En general, se pretende con este cuestionario hacer un pequeño estudio de investigación acerca de la situación laboral actual de las personas jóvenes que forman parte de la población activa de nuestro país y comprobar si realmente ha habido una mejora de la situación o la precariedad laboral y el desempleo sigue siendo un problema grave que sigue sin resolverse.


A continuación mostraré los resultados más relevantes de la encuesta y sacando unas conclusiones de la misma.


En la primera pregunta, referente al sexo, ésta fue contestada por un 78,9% de mujeres y un 21,1% de hombres.


La segunda pregunta, referente a la edad muestra un mayor número de personas de entre 22 y 27 años que realizaron el cuestionario, el otro rango de edad con más personas participantes en la encuesta se encuentra entre los 28 y los 35. Así, la muestra incluye a más jóvenes preocupados por su situación actual y por el futuro.


La tercera pregunta hace referencia al estado civil, los resultados son los siguientes:


En la cuarta pregunta, referente al lugar de residencia, la mayoría de encuestados forman parte de poblaciones de Barcelona y la Comunidad de Madrid, habiendo personas residentes también en poblaciones de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía, Navarra, Canarias y Aragón.


El nivel de estudios de los encuestados es muy variado, siendo un 30,4% titulados universitarios (26,6% grado y un 3,8% de diplomados y licenciados); un 18,8% con grado superior/formación personal y un 15,9% con máster; seguido de un 10,7% de los encuestados poseedores de un título de bachillerato y un 9,1% de ESO. Llegamos a la conclusión con dichos datos que la población actual es, en general, una población muy preparada y con un nivel de estudios alto.


En la pregunta que hace referencia a los hijos, un 82,8% habría contestado que no, y un 17,2% sí.


La pregunta referente a si se está estudiando en la actualidad, y si es así, qué se está estudiando un total de 80 personas habrían contestado que no, y el resto son respuestas muy variadas, respuestas que van desde estudios de grado, oposiciones, cursos de idiomas, pruebas de acceso a la universidad, másteres, cursos de distintas temáticas, formación profesional, grados medios y superiores y 20 personas que hacen referencia a la respuesta “otro, sin especificar”. Los resultados extraídos de esta pregunta resultan especialmente interesantes y comparables con los resultados de las preguntas que hagan referencia al empleo, ya que se podría decir que las personas siguen formándose y esforzándose por poder hacer aquello que les gusta y poder optar a un mejor empleo y salario.


En la pregunta de si se está trabajando actualmente, un 71,1% habría contestado que sí y un 28,9% habría contestado no. En cuanto a los empleos que ocupan las personas que han contestado el cuestionario estos son, en mayor medida, dependientas/es, administrativas/os, trabajadores de inmobiliarias, recepcionistas, comerciales, profesores/as, hostelería en general, trabajadores/as de supermercado e hipermercado, operarias/os de fábrica; en menor medida, trabajadores de la sanidad, seguros, servicios sociales, farmacéuticos/as, repartidores, trabajos de limpieza, teleoperadores/as, autónomos/as, banca, consultores en ciberseguridad, grabadores de datos, auditores y 78 personas que contestaron “otro”.


En la pregunta de si se es pluriempleado, contestada por 293 personas, un 88,1% contestó no y un 11,9% contestó sí.



La siguiente pregunta, referente a si se vive independizado/a o se depende de padres/familiares, un 43,2% contestó que vive independizado/a y es autosuficiente; un 27,9% vive con sus padres/familiares y depende de ellos; un 19,2% vive con los padres/familiares y ayuda en los pagos de hogar como son recibos, compras, etc; y finalmente, un 9,7% vive independizado/a pero sus padres o familiares le ayudan con los pagos. Las respuestas aquí serían muy variadas y quizás habría que hacer un nuevo análisis acerca de qué edades tienen los encuestados en cada una de las preguntas contestadas, ya que, aunque un 43,2% haya contestado que es independiente y autosuficiente cabría analizar qué rango de edad tienen la mayoría de encuestados, y en el caso contrario, que es el segundo resultado podríamos deducir que se trata de personas jóvenes estudiantes en su mayoría. Resulta positivo el dato del 19,2% de los encuestados que afirman que viven con padres o familiares y ayudan en los pagos del hogar porque podríamos decir que dichas personas tienen empleo, aunque por otro lado podría no ser tan positivo si el hecho de que aún estén en casa (aunque aporten parte de su sueldo o su sueldo íntegro a sus padres/familiares) no es por decisión propia sino porque no ganan lo suficiente para desprenderse del hogar familiar, aunque aquí podría haber diversas razones y no se puede extraer una conclusión totalmente acertada de dicho dato.


En la pregunta siguiente, la referente a cuanto tiempo se lleva trabajando en el puesto actual, la mayoría de los encuestados contestaron que llevan 1 año en su actual empleo, seguido de un tiempo de 6 meses, en tercer lugar están las personas que llevarían 2 años en su empleo actual, seguido de los que llevan 3 años. En menor cantidad encontramos cifras de 10 años, 12, 14, 17, 19, 28. En general, la mayoría de respuestas hacen referencia a cortos períodos de tiempo (meses), algo que nos hace pensar que los trabajos podrían ser temporales o intermitentes. Por otro lado, aquellos que han contestado cifras mayores podríamos deducir que son personas con una cierta estabilidad laboral y con un mayor recorrido, y muy seguramente personas de más edad.

Por otro lado, un 64,7% de los encuestados que no trabajan actualmente han contestado que sí han trabajado en los últimos 6 meses, frente a un 35,3% que no lo ha hecho. Es posible que algunos encuestados de ese 64,7% de los desempleados que sí han trabajado en los últimos 6 meses tuvieran trabajos temporales.




En la pregunta que hace referencia a si se está cobrando alguna prestación por desempleo o ayuda un 84,6% ha contestado que no, y un 15,4% sí. Aquellos que contestaron que sí estarían cobrando en mayor medida la prestación por desempleo (paro) con un 35% de los encuestados, seguido de bajas por maternidad, bajas por enfermedad, pensionistas y PIRMI (Renta Mínima de Inserción ofrecida por la Generalitat de Catalunya).


En cuanto a si se tiene algún tipo de ingreso, sea del tipo que sea, un 78,6% habría contestado que sí y un 21,4% no.


En la pregunta referente a cuál es la cantidad aproximada que se ingresa al mes existe variedad de cifras. Un 26,3% afirma cobrar entre 1.200 y 2.000€ al mes, un 22,4% estaría cobrando entre 900 y 1.200€, un 13,6% entre 750 y 900€, otro 13,6 entre 500 y 750€, un 12, 7% entre 250 y 500€, un 4,8% estaría cobrando entre 100 y 250€ al mes y un 2,6% menos de 100€. Únicamente un 3,9% de los encuestados afirma cobrar más de 2.000€ al mes. Son datos preocupantes si tenemos en cuenta que entre los sueldos más altos sólo tendríamos un 30,1% de los encuestados y todo el resto serían sueldos de 1.200 para abajo.




En la pregunta sobre el tipo de contrato, un 43,9% de los encuestados que están trabajando habría contestado que son indefinidos, mientras que el resto de porcentajes serían temporales (23,5%), de prácticas (11,3%) y el resto autónomos, por horas, de formación, entre otros. Otro dato no muy alentador acerca de la situación actual, ya que aún hay una gran cantidad de contratos temporales que no aseguran una estabilidad económica.



La mayor parte de los encuestados contestó que, en caso de no estar trabajando, aceptarían cualquier tipo de contrato, seguido de los que sólo aceptarían un contrato indefinido y de los que aceptarían contratos temporales (habría que analizar cada caso ceñido a las necesidades de cada persona).


Otro dato preocupante extraído de las encuestas es el resultante de la pregunta sobre si sufriendo dolores se ha acudido a trabajar por miedo a perder el empleo. Un 55% contestó que sí ha acudido al trabajo con dolores por miedo a perder el empleo, frente a un 36,2% que no y un 8,7% que no ha tenido trabajo.




Sobre si se cobra al día un 37,9% sí lo hace, mientras un 33,3% no cobra al día, un 5,2% no sabe, no contesta y un 23,6% no tiene trabajo. Es preocupante que exista una gran cantidad de personas que cobra tarde, una situación que provoca que dichos trabajadores estén descontentos en su puesto de trabajo, y, en ocasiones no puedan hacer frente a sus pagos.



En la pregunta de si se cambiaría de trabajo, un 40,5% sí lo haría, un 19,4% no lo haría y un 40,1% no se muestra muy seguro acerca de si lo haría o no.



Otra de las preguntas relevantes en dicho estudio es la de si se tienen dificultades para llegar a fin de mes. Un 39,2% contestó que no, un 32,7% sí y un 28,2% en ocasiones. Si tenemos en cuenta aquellos que sí tienen dificultades sea siempre o sea a veces tendríamos un total de 60,9% que se encuentra con dificultades para llegar a fin de mes, otro dato altamente preocupante. Este resultado podría compararse con el de los sueldos, teniendo en cuenta que los precios y el nivel de vida no deja de subir no tiene sentido que los sueldos sigan siendo, en la mayoría de casos, muy bajos. Esto provoca que aproximadamente un 50% de los encuestados afirme que ha tenido que recurrir a familiares a causa de algún problema económico. Cabe decir que es posible que el otro 50% de los que no lo ha hecho sea porque no lo haya necesitado, pero habría que analizar también en profundidad si las razones por las que no lo ha hecho ha sido porque no lo ha necesitado o porque le ha dado vergüenza pedir ayuda o no tiene familiares o personas cercanas a las que recurrir.



En cuanto a la pregunta sobre si se ha sentido discriminado/a en el trabajo por alguna razón alguna vez, un 56,3% afirma que no se ha sentido discriminado/a, frente a un 33,3% que sí ha experimentado discriminación y un 10,4% NS/NC. De nuevo son datos preocupantes ya que es una gran cantidad de personas que dice haberse sentido discriminado/a ya sea por la razón que sea, ya que en esta encuesta no hemos especificado las razones de dicha discriminación. Finalmente, en la última pregunta referente a si se ha propuesto ir a vivir a otro país por razones de oportunidades laborales, un 54,7% sí se ha planteado irse y un 45,3% no. Es una gran cantidad de ciudadanos que está descontenta con su situación laboral y cree que en el extranjero va a tener mayores oportunidades.




Entre los comentarios finales escritos de forma voluntaria por los encuestados, como por ejemplo en las se explican situaciones en las que se tienen cargas familiares y deben ser pluriempleados para poder llegar a fin de mes, personas que afirman que su sueldo es “miserable”, otros que llegan a fin de mes porque trabajan los dos y echando muchas horas, otros que afirman que para los jóvenes hay poco trabajo ya que piden mucha experiencia y a una corta edad, encuestados que dicen llevar muchos años en la misma empresa con contratos del 75% sin saber si van a llegar a ser indefinidos alguna vez, mujeres que afirman que las echaron del trabajo al finalizar su baja por maternidad, personas de prácticas con sueldos bajísimos o incluso sin ningún tipo de remuneración, otros que se ven rechazados en los empleos por ser ya “demasiados mayores”. En general, aunque hay personas contentas con su puesto de trabajo, la mayor parte de los encuestados se muestra descontenta con su situación.



Marta Pino

Miércoles 7 de marzo de 2018.

 
 
 

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